Canto a Inanna

 Ornato de diosa

Bien, aunque todos conocemos esta historia como canto a Inanna la mayoría apuntan a que su nombre en realidad es Enheduanna lo que sorprende ya que es el único nombre sobrevivió a pesar de los años, su nombre se encontro sobre dos sellos y en un disco de alabastro en el reino de Sargón, su padre.

“Enheduanna, sacerdotisa-zirru, esposa del dios Nanna, hija de Sargón, rey del mundo, en el templo de la diosa Inanna”.

Como el reino de su padre siempre estaba metido en guerras y demás estaba condicionado por la ayuda de los dioses por lo que mientras su padre estaba ocupado combatiendo, ella escribía poesía para persuadir a los dioses y de esta manera que ayudasen a su padre aunque también utilizaba sus poemas en rituales religiosos ya que estaba involucrada en este ámbito. Esta poetista tiene gran importancia actualmente a pesar de no tener conocimiento de su vida personal ni de cuantos años vivió ni como murió, lo que si tenemos claro es sus pensamientos y lo que quería hacer llegar con sus escritos gracias a sus escritos, aunque cabe decir que la poeta ha caído en el olvido ya que no se han encontrado nuevos descubrimientos sobre su biografía o sus poemas. Existe un gran debate en si realmente los poemas que se conservan de Enheduanna son los que ella escribió o son de otros poetas que simplemente se inspiraron en ella, por lo que queda esa intriga en el aire que historiadores intentan desenlazar. Poetas de la actualidad se inspiran en sus poemas para poder imitar el estilo sumario que sin duda no lo tenemos tan presente hoy en día.

Reina de todos los poderes concedidos

Desvelada cual clara luz
Mujer infalible vestida de brillo
Cielo y tierra son tu abrigo
Eres la elegida y sacrificada, Oh tú
Grandiosa por tus galas
Te coronas con tu bondad amada
Suma sacerdotisa, eres justa
Tus manos se aferran a los siete poderes fijos
Mi reina, la de las fuerzas fundamentales
Guardiana de los orígenes cósmicos y esenciales
Tú exaltas los elementos
Átalos a tus manos
Reúne en ti los poderes
Aprisionándolos en tu pecho
Escupes cual depravado dragón
Con tu veneno llenas la tierra
Aúllas como el dios de la tormenta
Cual semilla languideces en el suelo
Eres río henchido que se precipita bajo la montaña
Eres Inanna
Suprema en el cielo y la tierra