Heptamerón,un breve relato en el que el engañador es engañado.

 El Heptamerón es una colección de 72 libros escritos en francés en el año 1558 por la reina Margarita de Navarra.

En este fragmento de la obra,  Margarita de Navarra nos cuenta como un hombre llamado Bornet quiere engañar a su mujer, la cual era muy honrada y tenía una muy buena reputación. Él la quiere engañar con la doncella de la cual se había enamorado. Bornet le cuenta este plan a su vecino Sandras, que a la vez era muy amigo suyo y también compartían todo. Al contarle el plan de acostarse con la doncella su amigo le dice que el también quiere y Bornet le promete que lo haría. La doncella se veía muy presionada por su señor y la situación con él en general y se lo contó a su señora. Esta se aprovechó de la situación y quiso tomar ventaja de ello y engañar a su marido. La doncella hizo lo que su señora le ordenó y le confirmó a Bornet que se acostaría con él pero el plan iba más allá, pues lo que la señora tenía pensado era hacerse pasar por la doncella aquella noche y que su marido se acostara con ella. Después de estar con ella, salió de casa y fue en busca de su amigo Sandras y le contó que nunca se lo había pasado tan bien con una mujer como lo hizo con esa doncella,que sin saberlo, era su mujer. El amigo fue y se encontró a la misma doncella, y ella que seguía creyendo que era su marido pues no lo rechazó e incluso quedó maravillada ya que no estaba acostumbrada a tales noches con su marido. Al despertar, Sandra vio que la doncella llevaba un anillo en el dedo y se lo arrancó y resulta que ese anillo era el que Bornet le había entregado a su mujer en el matrimonio. La mujer estaba feliz de que Sandras se llevase el anillo, ya que así su marido sería consciente del engaño en el que había caído. Al día siguiente Bornet vió el anillo que llevaba su amigo en el dedo y se dio cuenta de que era idéntico al de su mujer. Este le preguntó que de donde lo había sacado y su amigo le  dijo que lo había arrancado del dedo de la doncella con la que se habían acostado. El marido corrió a su casa, y al ver que su mujer no llevaba el anillo en el dedo se dió cuenta de que había sido engañado y se había echo cornudo a sí mismo.